lunes, 15 de agosto de 2011

La verdadera magia está en usar las leyes que conforman a nuestro universo mental y desplegarla al externo en un intercambio de amor y belleza

Que existe en la mente subconsciente  de un artista?  cuando ejecuta un instrumento o canta y  ha llegado con su ejecución o su voz a envolver  estados máximos  completando  una felicidad extrema,   al igual que en la emisión de sus cuerdas instrumentales   o   bucales,  afectando al espíritu y materia  de si,  o,   los oídos de quien la escucha...

De igual manera un poema,  o una pintura, el mismo regocijo del creador estará dando  al que lo  lee o mira,  sincronizado con  su arte, como  emisor,  receptor.

Cuando pongo un sello,  categorizando un pensamiento, una creación   no hago más que acentuar que existo de  forma activa y unida al universo,  porque soy una parte de la luz extensa que está conectada  al plasma con las características de la formación primigenia de espíritu y materia, Con otro dibujo,  otro ritmo, otra vibración,  pero en la realidad colaboro directamente al  gran plan que sin saber  cómo comenzó   penetró  a formar en mí   la energía que siento, veo, oigo desde la magnitud infinita, uniéndome  al envoltorio unificado de la esencia.

 Afectando  al alma de la materia de los planetas, estrellas y demás, intercambiando información como  hilos cósmicos moviendo  las células del aire.
Con la misma intensidad cada acto se sustenta para ser, al pegar contra algo o alguien y es  recibido en forma de respuesta. “causa y efecto”  que al vibrar en la misma frecuencia se identifica, formándose en grupos  e  interactuando  logra trascender al ordinario existir.  

La maravilla, despliega maravilla en todas sus formas y vuelve para sí, o lo contrario,  entonces,   
seremos reflejos de nosotros mismos desde el crear pensando,  materializando desde la acción?  O la mente universal expela perpetua diferentes sonidos y cada ser capta de acuerdo con quien es, su esencia?...proyectando desde lo interno a lo externo y así cambiando hasta la propia realidad. María Verónica

No hay comentarios:

Publicar un comentario