El mundo es, de los ojos que lo miran desde afuera y desde adentro, alineándose como un juego sublime internamente, los paisajes materiales, también se relacionan con los de adentro, cada cosa existente, tiene un poder hacia nosotros y nosotros devolvemos con la misma velocidad en el momento de lo observado manifestándose,.
Nuestro crecimiento espiritual y material logran pesar más un lado que del otro, al haber valorado una idea, una situación, un paisaje, materializando la figura existente entre lo hecho por fuera y lo que fue construido desde iones como una grabación genética del universo macro, al nuestro, por eso a veces no vemos lo que deseamos, falta que se materialice, con la fuerza del espíritu en algún momento veremos plasmado todo aquello que hemos soñado despiertos.
Cada vez que sentimos, pensamos y actuamos va en dos direcciones, el universo no pasa nada por desapercibido y añade a sí, todo lo que sucede en la energía que se evapora en todo ser vivo y va siendo almacenada para luego devolverla al espacio, cuerpo, mente que la dio y como un filtro, asegurando más la intensidad emitida en la causa efecto que posee y poseemos de la dualidad.
Hasta que deseemos sentir y ser cada vez más un lado que el otro, de la misma cosa como por ejemplo entre el odio y el Amor queramos ser Amores y cada sentimiento con su correspondiente polo hasta ser del todo uno con lo que sintamos y deseemos obteniendo la maravillosa complejidad del juego llamado vida, en otros planos, otra vibración, otras leyes. M.V.G.
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